La criminalización por uso de drogas muestra sus resultados en las cárceles. El
accionar selectivo del sistema penal, permeado por el enfoque prohibicionista,
suele colocar a la población que está en vulnerabilidad, debido al uso
problemático de sustancias, como “clientes inamovibles” del sistema penal.
Cuando esas personas logran salir de la cárcel, se encuentran sin opciones de
tratamiento e inserción social, por lo que, en poco tiempo, vuelven a estar
privadas de libertad (usualmente por delitos menores), existiendo cada vez un
lapso menor entre la salida y el reingreso al sistema penitenciario.
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